Tu que tienes niñez en la manos,
esas almas que a ti se confían,
haz de ellos amantes humanos,
da la luz al sendero que guías.
Tu vida en este mundo es pasajera,
apróvechala impartiendo la verdad,
lucha hasta el final contra la hoguera
de injusticia que destruye sin piedad.
Sé como oasis dentro del desierto,
paz y remanso donde llegan a beber
seres que de lejos vienen buscando
presurosos y sedientos el saber.
Escribe cada día en la historia,
un renglón con esfuerzo y con valor
y verás que al final está la gloria
¡de sentirte un maestro triunfador!
Ma. Josefina Velarde Trujillo