El velador de la escuela
muy contento se encontraba,
durante la noche en vela
ya la muerte lo asechaba.
No quiso llevar solo uno
y se esperó para dos,
llegó el guardia de la entrada,
que murió por fuerte tos.
Volaba una negra sombra
en el colegio de bachilleres,
y lo que a todos asombra,
por no descuidar deberes.
medio muerta de la risa,
miraba a su alrededor,
paso a paso a toda prisa,
visitó salón por salón.
Dos o tres se resistían,
la guadaña la sacó
el puente que ellos querían,
la muerte lo impidió.
Entre gritos y lamentos
la flaca los liberó,
en víspera de día de muertos,
visitarán el panteón.
Temerosos y asorados,
estudian en un rincón,
para ser examinados
esperan al profesor.
Josefina Velarde Trujillo