Una palabra se pronuncia en todos lados
toda criatura en la tierra la ha llamado,
es el ángel guardián del ser viviente,
que con mágico esplendor se ha transformado.
Ese ser tan sublime que es la madre
por los seres sin razón es aclamado,
y ella los defiende hasta la muerte,
dando ejemplo de valor inusitado.
¡Si tanta fortaleza y virtud está probada!qué podemos decir de nuestras madres
con grandes proezas realizadas
han dejado en la historia glorias grandes.
Una sueña inclinada sobre la cuna
mirando el rostro angelical, embelesada,
pensando en el triunfo que le espera
a ese pedazo de su ser idolatrado.
La alegría de sus hijos las alegra,
y sus llantos las quebranta y entristece,
sus sentidos el dolor los entorpece,
y como daga brutal las enmudece.
Quién capaz de describir el sentimiento
se atreve a expresar esas palabras,
¡madre! encierra lo glorioso y gran portento,
para que un corazón de roca se abra.
Comparadas con el sol y las estrellas,
la luna, los diamantes y las rosas,
ninguna contiene de estas cosas
la bendición y el amor ¡tan solo ellas!
Ma. Josefina Velarde Trujillo